Con la entrada de este arcano, el hombre, gracias a su voluntad, transmuta y equilibra las fuerzas opuestas para hallar un nuevo centro de equilibrio y armonía, distinto del de La Justicia, ya que aquí no se trata sólo de equilibrio, sino más bien del fluir dinámico que resuelve las contradicciones entre dos polaridades.
En la alquimia, además, la Templanza alude a la destilación, es decir, a la purificación de la materia; en otro orden de cosas, el nombre del arcano nos remite a la cuarta virtud cardinal. También se refiere al antiguo arte metalúrgico de templar, que consistía en dar el punto de resistencia y elasticidad adecuados a un metal (por ejemplo, la hoja de una espada), calentándolo y enfriándolo consecutivamente a través de la acción del fuego y el agua.
De igual modo, este arcano ayuda al iniciado a templar su alma a través de la acción del espíritu – fuego de la voluntad y el alma – agua de los sentimientos, transmutándola y abriendo su mente a nuevos aspectos del ser cada vez más sutiles y profundos.
En la alquimia, además, la Templanza alude a la destilación, es decir, a la purificación de la materia; en otro orden de cosas, el nombre del arcano nos remite a la cuarta virtud cardinal. También se refiere al antiguo arte metalúrgico de templar, que consistía en dar el punto de resistencia y elasticidad adecuados a un metal (por ejemplo, la hoja de una espada), calentándolo y enfriándolo consecutivamente a través de la acción del fuego y el agua.
De igual modo, este arcano ayuda al iniciado a templar su alma a través de la acción del espíritu – fuego de la voluntad y el alma – agua de los sentimientos, transmutándola y abriendo su mente a nuevos aspectos del ser cada vez más sutiles y profundos.
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