¿Cómo aprender a interpretar las cartas?

En esta ocasión vamos a compartir la visión que nos ofrece Hano Banzhaf y Elisa Hemmerlein en su libro “Guía de los Tarots…” Ed: Edad (6ª edicción – 2004).

"Las cartas hablan en imágenes, y las imágenes son el lenguaje del alma. Si deseas aprender el lenguaje de las cartas, debes entonces, de modo semejante a la persona que interpreta los sueños, aprender el lenguaje del alma. Al mismo tiempo, este desarrollo es comparable al aprendizaje de un nuevo lenguaje. Si simplemente deseas interpretar las cartas que has tirado, puedes buscarla en este libro como en un diccionario. Sin embargo, si quieres aprender a hablar el lenguaje tú mismo, debes practicar. Esta es, naturalmente, la razón en primer lugar del significado que se aplica a cada carta, luego del significado que adopta en cierta posición cuando se tiran las cartas, y finalmente del resumen de todos los mensajes individuales de las cartas tiradas, en forma de una conclusión definitiva.

De acuerdo con la experiencia, como parte del aprendizaje de un lenguaje existe siempre una fase de desánimo, aparecida después de los primeros éxitos espontáneos, cuando el estudiante advierte cuántos errores está cometiendo. Sólo aquellos que no se dejan desanimar por esta crisis, sino que continúan su camino con perseverancia, aprenderán a hablar este lenguaje con fluidez. Lo mismo se aplica al lenguaje del Tarot. Tras superar una posible dificultad inicial, tendréis también las primeras experiencias espontáneas de éxito en esta área. Sin embargo, sólo con una mayor práctica conducirán éstas a una creciente certeza en la interpretación y a una mayor diferenciación de percepción.

Debido a los valores asignados por nuestra sociedad, hemos sido educados como occidentales a pensar ante todo con la lógica abstracta y causal, y menos con el pensamiento pictórico y la búsqueda de analogías. Esto significa que podemos poner muy bien un problema en palabras o entenderlo cuando se nos transmite a través de palabras. Podemos asimismo ponerlo a un nivel abstracto descubriendo la fórmula general en que se basa, y creer que con ello podemos explicar la causa y el efecto. Todo esto se basa en el lenguaje de la conciencia, que se esfuerza por la claridad.

Sin embargo, el lenguaje del inconsciente es diferente: Nuestra alma se expresa en imágenes, como todo soñador sabe. Estas imágenes no pueden ser reemplazadas arbitrariamente por palabras: las palabras están sometidas a un constante desgaste. Se desgastan y pierden su significado original. Sin embargo, las imágenes y, sobre todo, los símbolos han atraído a los seres humanos durante miles de años de la misma manera. No es, por consiguiente, tan difícil entender intuitivamente el lenguaje de las imágenes y sentir su significado. La dificultad al comienzo es la de hacer este significado accesible a la conciencia de tal modo que formule su afirmación en palabras que hagan claro al intérprete, así como al consultante, lo que las imágenes desean expresar. Una imagen dice más que mil palabras.

Una condición previa para una buena interpretación de las cartas es la de que el lenguaje de las imágenes se convierta en el de la vida cotidiana. Para este fin, es útil sacar regularmente una carta para el día. Esto puede hacerse del siguiente modo: cada mañana extrae una carta (al principio sólo de las 22 cartas de triunfos, posteriormente también de todas las 78 cartas). Observa luego dónde y cómo se te muestra este tema en el curso del día….

Esto te permitirá entender mejor el lenguaje de las cartas a través de tu propia experiencia cotidiana…"

Formas de trabajo con el Tarot (VI)

Meditación

La meditación es una de las formas de trabajo más conocidas, ya que se practica en diversas disciplinas de carácter espiritual. Sin embargo, al mismo tiempo es una de las peor interpretadas, ya que suele confundirse con lo que se denomina “meditación guiada” o “visualización creativa”.

El proceso de meditación propiamente dicho se inicia de igual modo que en las anteriores formas de trabajo que hemos descrito, es decir, proyectando la mente en el interior del arcano del Tarot. Una vez allí, se trata de observar todo cuando acontezca sin establecer identificación alguna con la escena ni con los personajes que aparezcan, manteniendo una actitud de absoluta impasibilidad. Poco a poco, al no prestar apoyo consciente a su apariencia, la meditación provocará que la imagen arquetípica y simbólica del arcano vaya perdiendo sus colores, sus formas, su volumen e incluso sus cualidades. De este modo, seremos capaces de proyectarnos a sus mismos orígenes, trascendiendo cualquier significado pluralista y llevándonos a experimentar la comprensión de que el meditador, el símbolo y el tiempo de la meditación son una sola y única cosa. Así se produce la fusión con el Todo y la comprensión última con ese todo, que equivale a lo que los místicos llaman “iluminación”.

Formas de trabajo con el Tarot (V)

Identificación Pasiva

Este método de trabajo es una técnica de meditación en la que el iniciado, al igual que en la forma anteriormente descrita, se proyectará al interior del arcano. Esta vez, sin embargo, en lugar de permanecer en él como espectador, se identificará con el personaje representado en cada carta; en el caso de que haya más de un personaje, el iniciado deberá escoger con cuál desea identificarse antes de iniciar el proceso. De esta forma, la mente subconsciente del iniciado se fusionará con la mente arquetípica del personaje en cuestión, lo que propiciará en él rápidos cambios personales e impulsará su evolución.

Esta técnica es muy parecida a la contemplación pasiva, con la salvedad de que la energía que genera es mucho más poderosa. Por ello, es aconsejable que sea practicada sólo por aquellos estudiosos del Tarot que tengan una gran capacidad de visualización y cierta experiencia en la meditación. Es importante también que no atraviesen un momento crítico en su vida, y que se sientan equilibrados psíquicamente.

Identificación Activa

Esta técnica sigue las mismas pautas que la identificación pasiva, pero en esta ocasión, una vez identificado con el personaje de la carta, el iniciado se visualizará a sí mismo en el interior del arcano, actuando como si él fuera en realidad dicho personaje, con todos sus atributos y poderes, y utilizando la cualidad que desea asimilar para modificar una situación de su vida real.

Por ejemplo, si el iniciado tiene dificultad para ejercer el poder y hacerse respetar por sus subordinados en su puesto de trabajo, se proyectará al interior del arcano del Emperador. Una vez allí, visualizará la última escena en la que sus subordinados no le obedecieron, pero esta vez se verá a si mismo como el Emperador, con todo su dominio y solidez, y ejercerá su poder personal cambiando la escena mientras visualiza cómo éstos acaban respetando su criterio y acatando sus órdenes. Esta forma de trabajo con el Tarot puede llevar grandes éxitos a la vida personal de la persona que la practica.

En los enlaces que indico a continuación podéis ver con que arcano trabajar en función de las cualidades que necesitéis trabajar o potenciar:

http://elohem.blogspot.com/2010/04/trabajo-personal-con-arcanos-mayores-i.html

http://elohem.blogspot.com/2010/04/trabajo-personal-con-arcanos-mayores-ii.html

La cara esotérica del Tarot

Al contrario de lo que se suele creer, la función primordial del Tarot no es escudriñar en el futuro, sino penetrar en el propio interior para, mediante un esfuerzo consciente de meditación, analizarlo y provocar los cambios psicológicos que puedan impulsarnos a un viaje de auto conocimiento destinado al crecimiento personal.

Toda filosofía, religión o tradición tiene una cara exotérica o “externa” y otra esotérica, es decir, “interna” u “oculta”. La primera emite un mensaje accesible a cualquier persona; en el Tarot, esta cara es a que permite tirar las cartas, “adivinar” el futuro y aconsejar a las personas sobre el devenir de su vida. La cara esotérica supone un segundo paso y requiere un entrenamiento para poder llegar a interpretar y comprender, de una manera más profunda, los paradigmas, ritos y símbolos de cada doctrina, y que son la base misma que la sustenta. Es la cara esotérica del Tarot la que permite recorrer el complejo camino interno de cada persona y buscar el equilibrio personal.

Lo exotérico es, por tanto, la forma externa y visible, mientras que lo esotérico representa lo interno, la parte oculta y secreta del símbolo, que no es más que la energía, idea o mensaje que todo signo contiene y que, de hecho, es lo que en último término interesa aprender, conocer y experimentar. Conocer la cara esotérica del Tarot, implica aprender a ser consciente de su estructura, así como adquirir la capacidad para analizarla y utilizarla posteriormente en beneficio propio.

La cara oculta del Tarot

En el arte del Tarot, la parte externa, la de acceso más inmediato para cualquier persona interesada en este arte, se manifiesta a través de su diseño, es decir, de las escenas reproducidas en cada carta, los personajes que aparecen en ellas, etc. Esta parte abarca el valor adivinatorio de los arcanos en las distintas tiradas, las relaciones de una carta con otras y sus correspondencias con las diversas mitologías que la Humanidad ha ido generando a lo largo de su historia. Pero, por su valor simbólico, el Tarot es además una fuente de meditación.

Para todos los que desean ir más allá del primer mensaje que transmite cada arcano y que son capaces de profundizar en su significado y de trabajar el verdadero sentido de su simbología también existe una parte esotérica, un camino de reflexión que estimula su pensamiento y les lleva al conocimiento de sí mismos. Esta parte estudia los arcanos del Tarot partiendo de la idea de que cada uno de los símbolos que lo componen está vinculado con una energía o fuerza que actúa tanto a nivel microcósmico o universal, como microcósmico o personal. De este modo, los mensajes de los arcanos provocarán cambios cualitativos en la psique que propiciaran un mayor crecimiento personal a través de una mejor comprensión del funcionamiento del Universo y del hombre.

Formas de trabajo con el Tarot (IV)

Investigación

Para practicar este tercer tipo de trabajo con el Tarot es necesario que el iniciado posea una cierta capacidad de visualización, o imaginación creativa, ya que la técnica de investigación consiste en visualizar lo más claramente posible el arcano del Tarot escogido y proyectarnos a su interior a través de la imaginación, para observar los objetos, las gentes, los paisajes y todo cuanto se esconde en ellos. Cada uno de los arcanos mayores es un mundo en sí mismo, y sus paisajes guardan muchas sorpresas relacionadas con la asimilación de cada uno de los arquetipos del Tarot por parte del iniciado. Es algo parecido a viajar a otro país o ciudad y observar y llegar a asimilar cómo se desarrolla la vida cotidiana de sus habitantes.

Esta particular forma de trabajo con el Tarot equivale a un test psicológico personal, ya que, si se analizan los símbolos que aparecen de manera inesperada en el interior de estos arquetipos, el iniciado podrá conseguir datos muy útiles sobre la situación personal y psicológica que él mismo está atravesando en el momento de la visualización de los arcanos; de hecho, algunos opinan que su eficacia es superior al estudio de la simbología onírica.

Para poder sacar el máximo partido a esta información es aconsejable llevar un diario para con posteridad, poder analizar con el necesario detenimiento todo su contenido simbólico.